Una forma muy divertida para toda la familia de comer pescado es realizándole un buen rebozado pero… ¿cómo conseguir que sea perfecto?

En muchos lugares se hacen frituras de pescado muy buenas pero, sin duda alguna es en Andalucía dónde se cocina el frito del pescado de una forma muy espectacular. Se trata de una parte de su cultura culinaria que lleva consumiéndose desde hace siglos, concretamente por parte de los Fenicios sobre el 1500 a.C.

Un mordisco y todo cruje, su sabor tostado y color dorado hace que sea un bocado al que no podemos resistirnos.

Para empezar, es bueno tener unas nociones básicas de lo que consideramos que es la fritura.
Según hemos contado en otros post y se puede consultar en los libros de cocina, se conoce la fritura como el cocinado de un producto por inmersión en aceite, de forma que se cree una costra en el exterior y el interior quede jugoso. Se pueden hacer pequeñas piezas o grandes, y puede ser por fritura directa o con rebozado.

¡Y ahora toca una pequeña receta para que la pongáis en práctica!

                                             Receta de pescado crujiente

pescado

Ingredientes:

1 kg pescado  al gusto (boquerón, cazón, calamar…
400 g harina de trigo
250 ml de cerveza
El zumo de ½ limón
Sal al gusto
Aceite para freír

Preparación:

  1. Lavar y limpiar el pescado, retirando las tripas y las cabezas.
    Si el pescado que vamos a rebozar es de tamaño pequeño sólo limpiar por fuera perfectamente ya que si lo abrimos lo único que se consigue es romperlo.
  2. Secar el pescado perfectamente con papel de cocina para poder enharinarlo.
  3. Pasar el pescado por harina y eliminar el exceso.
  4. Preparar la freidora o sartén con abundante aceite.
    Debemos tener muy presente que el tiempo en cada pescado es diferente según el tipo y el tamaño.
    Se considera que los pescados de mayor tamaño deben estar unos 2-3 minutos para que queden jugosos y los pequeños de 1 a 2 minutos.
  5. En un plato con papel absorbente colocar el pescado una vez frito para que suelte el exceso de aceite y quede con una textura crujiente.

¡Queda todo listo sólo para degustar este manjar!

Consejo:
Si no tenemos cerveza a mano podemos sustituirla por levadura química o agua carbonatada.